Las alergias alimentarias son un trastorno muy habitual dentro de la nutrición infantil. A menudo se confunde el concepto de alergia con el de intolerancia a algún tipo de alimento. Sin embargo, a continuación, vamos a poder observar que existen bastantes diferencias entre ellas.
Se considera alergia alimentaria cuando se produce una reacción del sistema inmune contra un alimento particular, por lo tanto, ocurre cuando este sistema reacciona frente a una sustancia llamada alérgeno que normalmente es tolerada de manera correcta por los humanos.
Se suele producir cuando, en este caso, el niño, toca, ingiere o inhala las proteínas de un alimento. El 50% de las alergias alimentarias se desarrollan durante el primer año de vida. Los principales alimentos que provocan dichas alergias a lo largo de los tres primeros años de vida suelen ser: leche, huevos, cereales, frutas (rosáceas), pescado y frutos secos.
Antes de producirse una reacción alérgica, el niño, tiene que haber estado en contacto con el alimento, es cuando lo ingiere por segunda vez cuando se produce la reacción alérgica.
Por otra parte, es importante que la alergia esté diagnosticada por médicos y especialistas en nutrición, ya que optar por retirar los alimentos que pensamos que producen alergia de la dieta del niño, puede provocar un déficit de los nutrientes necesarios en nuestra alimentación.
SÍNTOMAS DE LAS ALERGIAS ALIMENTARIAS
Los síntomas que provocan las alergias alimentarias se pueden clasificar en leves o moderadas y graves.
Se pueden considerar como síntomas leves erupciones, fiebre, tos, inflamación, urticaria, diarrea, vómitos y enrojecimiento ocular entre otros.
En la clasificación de síntomas graves encontramos asma o mareos. Sin embargo, la forma más grave de presentación del cuadro de alergia alimentaria es el conocido como anafilaxia. Ésta es una reacción de inflamación generalizada que afecta a múltiples localizaciones como el cuello y la tráquea, provocando dificultades para respirar.
INTOLERANCIAS ALIMENTARIAS
La intolerancia alimentaria no produce una reacción en el sistema inmunitario, únicamente es la consecuencia de una reacción adversa del cuerpo a uno o varios alimentos. Las reacciones son menores que cuando se presenta una alergia, suelen ser vómitos, diarrea y dolor abdominal.
En la mayoría de las ocasiones, cuando el niño crece las intolerancias desaparecen debido a que existe una madurez de la mucosa intestinal que permite no rechazar el alimento.
Los alimentos más comunes que producen intolerancia son: la leche de vaca, la lactosa, el gluten.
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